TRASPLANTE HEPÁTICO

¿Qué es un trasplante hepático?

El trasplante hepático en su forma más habitual, consiste en una cirugía que reemplaza el hígado dañado de una persona por un órgano de un donante. El donante puede ser alguien que ha fallecido o un donante vivo. La mayoría de los trasplantes que se realizan actualmente en adultos son de donantes cadavéricos.

¿Quién necesita un trasplante hepático?

Aquellas personas que tienen una falla importante de la función hepática requieren un trasplante. Esta falla puede ser aguda, que se desarrolla en pocos días o semanas, o crónica, que es la forma más frecuente y cuya principal causa es la cirrosis hepática. Hay otras causas de trasplante hepático como el hepatocarcinoma (cáncer hepático) o ciertas enfermedades metabólicas.

¿Cuándo se indica el trasplante?

El trasplante hepático mejora las expectativas y calidad de vida de las personas que tienen enfermedades hepáticas crónicas (principalmente cirrosis). La clave es no realizar este procedimiento en una etapa muy temprana de la enfermedad, en que el riesgo del trasplante es mayor que el riesgo de la propia enfermedad, pero tampoco plantear el trasplante cuando la enfermedad está muy avanzada y puede ser tarde.

¿Cuáles son las indicaciones específicas para el trasplante hepático?

La indicación de trasplante debe ser realizada en el paciente individual y siempre pasa por la decisión de un equipo multidisciplinario que incluye hepatólogos, cirujanos hepato-biliares, asistentes sociales, psicólogos, psiquiatras y otros especialistas. Algunas situaciones que en general se aceptan como indicaciones de trasplante son:

•Deterioro de la función hepática, clasificación B de la escala de Child-Pugh. Escala numérica que toma en cuenta varios parámetros (albúmina en suero, tiempo de protrombina alargado, elevación de bilirrubina y la presencia de ascitis y encefalopatía hepática)
•Complicaciones de la cirrosis: Peritonitis bacteriana espontánea, ascitis de difícil control, encefalopatía hepática, baja en sodio, afección renal asociado a la enfermedad hepática, sangrado por várices esofágicas recurrentes.
•Hepatocarcinoma cuando se cumplen ciertas condiciones bien definidas relacionadas a un tumor no avanzado.

¿Cómo es la evaluación pre-trasplante?

El trasplante hepático es un procedimiento altamente complejo, por lo que requiere una completa evaluación del paciente. Se piden una serie de exámenes de sangre, estudios para determinar el estado del sistema cardiovascular y respiratorio con radiografías y otros estudios, en ocasiones invasivos. Se necesita un estudio de imágenes detallado del hígado y sus vasos sanguíneos con una ecografía con Doppler y/o resonancia nuclear magnética. Se pide habitualmente una endoscopia digestiva alta y en ocasiones una colonoscopía. El candidato también es evaluado por otros especialistas que participan en el grupo de trasplante, como psiquiatra y psicólogo, asistente social, cardiólogo, infectólogo, neurólogo, anestesiólogo y otros según necesidad.

¿Cuáles son las contra indicaciones para un trasplante hepático?

Cada centro de trasplante tiene sus propias políticas. Algunas situaciones que antes se consideraban que excluían la posibilidad de trasplante, como la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (virus del SIDA), ya no se consideran contra indicaciones absolutas. De todos modos, algunas condiciones que usualmente se consideran contra indicaciones para el trasplante son:

•Edad avanzada (en muchos lugares arriba de 65 años).
•Presencia de otras enfermedades graves como cáncer, insuficiencia cardíaca o respiratoria.
•Infecciones no controladas.
•Consumo de alcohol importante en los 6 meses previos al trasplante.

¿Cómo puedo saber si necesito un trasplante?

Puede acudir a nuestro Instituto de Salud Digestiva y Hepática para ser evaluado por nuestro equipo médico y determinar su condición de salud.