¿Qué es el síndrome de intestino irritable?
Se refiere a un trastorno de la función del intestino grueso y delgado, caracterizado principalmente por un patrón de síntomas difícil de explicar por el paciente, poco predecibles. Usualmente el paciente presenta dolor abdominal, distensión abdominal (el paciente lo percibe como inflamación), y cambios en el hábito intestinal (constipación, o diarrea, o alternancia de diarrea con estreñimiento). El paciente comúnmente se despierta sin síntomas o con mínimas molestias y conforme avanza el día los síntomas de dolor y distensión se van incrementando sobre todo después de las comidas. Los síntomas por la noche o al acostarse y dormir los disminuyen hasta la mañana siguiente. El paciente presenta días que no tiene síntomas y puede ingerir cualquier alimento inclusive con irritantes sin manifestar molestias, sin embargo, existen días en que aún la ingesta de agua puede ser el detonador de los síntomas.
¿Cuál es la causa?
El síndrome del intestino irritable involucra una combinación de dolor abdominal y diarrea y estreñimiento que se alternan. Existen muchas causas posibles; por ejemplo, puede haber un problema con el movimiento muscular del intestino o una baja tolerancia a la contractibilidad intestinal o en ocasiones en la sensibilidad de las vísceras huecas. En los pacientes con intestino irritable no existe ningún problema en la estructura del intestino, la enfermedad está en la función digestiva, en cómo se contrae el intestino y en como el paciente percibe la distensión y contractibilidad intestinal.
No está claro por qué los pacientes desarrollan este síndrome, pero en algunos casos ocurre después de una infección intestinal. Esto se denomina síndrome del intestino irritable post infeccioso. Igualmente, puede haber otros desencadenantes (estados emocionales que afectan la sensibilidad visceral, historia de abuso durante la infancia o en muchas ocasiones no existe causa específica).
Este síndrome puede ocurrir a cualquier edad, pero a menudo comienza en la adolescencia o a principios de la vida adulta y es más común en mujeres. Esta afección es la queja intestinal más frecuente que lleva al paciente acudir a consulta con un gastroenterólogo.
¿Cuáles son las manifestaciones?
Los síntomas van de leves a severos, sin embargo, la mayoría de las personas tiene síntomas leves. Los síntomas del síndrome del intestino irritable pueden ser peores en pacientes con trastornos de estrés o del estado anímico subyacentes como ansiedad y depresión. No quiere decir que el paciente este inventando los síntomas, estos son reales y afectan la calidad de vida del paciente y aún de la familia. Los síntomas pueden abarcar:
•Distensión abdominal
•Llenura abdominal, gases, distensión
•Dolor o sensibilidad abdominal que:
•Aparece y desaparece
•Desaparece después de las defecaciones
•Curre después de las comidas
•Estreñimiento crónico y frecuente, generalmente acompañado de dolor
•Diarrea frecuente y crónica, generalmente acompañada de dolor
•Estreñimiento alternado con evacuaciones diarreicas,
•Angustia emocional
•Depresión
•Inapetencia
•Náuseas y vómitos
¿Cómo se hace el diagnóstico?
La mayoría de las veces, el médico puede diagnosticar el síndrome del intestino irritable sin ordenar muchos exámenes. Los exámenes en pacientes con síndrome de intestino irritable son normales y no revelan ningún problema. La normalidad en los exámenes confirma el diagnóstico de intestino irritable.
Algunos pacientes pueden necesitar estudios de la anatomía para confirmar el diagnóstico como una endoscopia o colonoscopía, especialmente si los síntomas comienzan tarde en la vida. O en pacientes con síntomas intensos, con síntomas de alarma (anemia, pérdida de peso, sangrado de tubo digestivo) o en aquellos en el que el paciente tiene la inquietud de descartar problemas más severos como cáncer o procesos inflamatorios. Los pacientes más jóvenes que presenten diarrea persistente pueden requerir este examen para buscar enfermedades inflamatorias que causen síntomas similares, tales como enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa.
A los pacientes mayores de 50 años se los debe examinar en búsqueda de cáncer de colon.
¿Cuál es el tratamiento?
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas.
Los cambios en el estilo de vida pueden ser útiles en algunos casos de síndrome del intestino irritable. Por ejemplo, el ejercicio regular y el mejoramiento en los hábitos de sueño, puede reducir la ansiedad y ayudar a aliviar los síntomas intestinales.
Los cambios en la alimentación pueden ayudar, pero en general no hay una dieta específica que se pueda recomendar para el síndrome del intestino irritable, debido a que la afección difiere de una persona a otra. Incrementar la fibra en la alimentación y evitar elementos que estimulen los intestinos, como la cafeína, pueden servir, sin embargo en otros como los que presentan distensión abdominal el disminuir la fibra dietética puede ser útil para disminuir dicho síntoma.
Otros posibles tratamientos pueden abarcar:
•Asesoría en casos de ansiedad o depresión severas
•Medicamentos antidiarreicos para aquéllos cuyo síntoma principal es la diarrea
•Antidepresivos en dosis bajas para ayudar a aliviar el dolor intestinal
•Medicamentos para estimular la defecación en aquellas personas con estreñimiento
El síndrome del intestino irritable puede ser una afección de por vida, pero a menudo los síntomas se pueden mejorar o aliviar a través de tratamiento.
El hacer consiente al paciente de su diagnóstico y la aceptación del diagnóstico por parte del paciente y el entendimiento de la enfermedad hace que el paciente pueda aceptar la sintomatología y de esta manera muchos de los pacientes mejoran.